¿Cómo llegamos a un diagnostico correcto?
Para un efectivo tratamiento es importante realizar un correcto diagnóstico sobre la lesión ligamentosa siendo la inestabilidad uno de los principales criterios para indentificar esta afección en nuestros pacientes.
¿Cómo es el tratamiento según el tipo de lesión?
Las lesiones grado I y II se tratarán siempre de forma conservadora, insistiendo en el tratamiento funcional con movilización precoz de la rodilla. Se aplicará crioterapia y se pautará analgesia y tratamiento anti-inflamatorio.
La órtesis articulada y la carga parcial se pautarán según la severidad de la lesión para disminuir el dolor y proteger la respuesta reparativa (la órtesis debe proteger al paciente de la tensión en valgo), aunque no existe consenso acerca de la necesidad de órtesis, ni siquiera cuando se trata de lesiones grado III.
Los ejercicios isométricos se iniciarán de inmediato y se progresará en el tratamiento rehabilitador (ganancia del balance de flexión, estiramiento y potenciación).
Las lesiones grado III aisladas de estructuras mediales se tratarán de forma conservadora.
En los casos agudos en los que la lesión medial se asocia a lesión del LCA se recomienda el tratamiento rehabilitador de la lesión medial y diferir la ligamentoplastia anterior a las 5 o 7 semanas tras la lesión.
La necesidad de emplear órtesis es motivo de discusión, en todo caso, si se emplea, se hará durante las fases iniciales de la rehabilitación.
Las lesiones agudas aisladas grado III de estructuras mediales, se pueden tratar mediante un protocolo en tres o cuatro fases cuyo objetivo es la recuperación precoz del balance articular, la mínima pérdida de potencia cuadricipital y la cicatrización del complejo medial sin o con mínima inestabilidad residual.
En las primeras fases se aplicará crioterapia y se pautará carga parcial según tolerancia. La carga se incrementará de forma progresiva y se podrá emplear la órtesis articulada y se enfatizará la extensión completa y la progresiva ganancia de flexión.
Se iniciará la isometría cuadricipital y tendrán utilidad la electroestimulación y el pedaleo en bicicleta estática.
Progresivamente se incrementará la resistencia durante el trabajo de los diferentes grupos musculares (cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y gemelos), se estimulará la propiocepción y se instaurará el trabajo isocinético.
La vuelta a la actividad deportiva será a las 6 semanas de la lesión cuando el paciente presente un balance articular y fuerza simétricos entre ambas extremidades inferiores, ausencia de dolor y realice los gestos propios del deporte que practica sin dolor y con confianza.
En este video, nuestro profesor, el Dr Carlos Agudo, nos habla sobre los ejercicios de rehabilitacion:
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Tratamiento quirúrgico de las lesiones de las estructuras ligamentosas mediales de la rodilla.
Las indicaciones para el tratamiento quirúrgico de las lesiones del complejo medial de la rodilla son diferentes para los casos agudos o crónicos.
En las lesiones agudas
Frecuentemente se practica la cirugía en el contexto de lesiones multiligamentosas. En estos casos suele practicarse sutura directa sin o con plastias de descarga con isquiotibiales o plastias sustitutivas del LLIs y el LPO. Cuando se practica la cirugía en agudo existe elevado riesgo de artrofibrosis o de calcificaciones heterotópicas (Pellegrini-Stieda). En los casos de avulsión de las inserciones femorales se preconiza la reinserción con agrafes, tornillos con arandela o sistema de anclaje de sutura. Es indicación de cirugía en fase aguda que las diferentes estructuras del complejo medial rotas queden atrapadas en el compartimento medial.
En las lesiones crónicas
La indicación de la cirugía se reserva para pacientes con inestabilidad en valgo y/o inestabilidad rotacional.
En estos casos se debe prestar especial atención a la alineación de la extremidad, dado que puede existir un fracaso de la plastia ante desaxaciones marcadas en valgo en las que estaría indicada la asociación de la pertinente osteotomía correctora.
Históricamente se han descrito diferentes intervenciones: reparaciones directas sin y con aumentación, avances de inserciones óseas, transferencias de inserciones de la pata de ganso y diferentes técnicas de reconstrucción.
En estudios cadavéricos se ha validado la idoneidad biomecánica de la reconstrucción anatómica del LLIs y del LPO. Se utilizan dos plastias independientes con cuatro túneles óseos.
La plastia sustitutiva del LLIs se tensa a 20º de flexión en rotación neutra. La plastia sustitutiva del LPO se tensa en extensión completa y rotación neutra.
También debemos tener presente el protocolo de rehabilitación postoperatorio que se desarrolla en 7 fases.
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