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Descubre los criterios y principios “AO” de la osteosíntesis


Aware's Editorial Team

En 1958, el traumatólogo suizo Maurice  E. Müller y colaboradores, fundaron la AO,  cuyas siglas significan Arbeitsgemeinshaft für Osteosynsthesefragen, Asociación de Grupo de Trabajo para el Estudio de la Fijación Interna de las Fracturas.

El objetivo fundamental del tratamiento quirúrgico de las fracturas es restaurar completamente la función del miembro lesionado.

Este grupo de trabajo estableció los principios o criterios básicos del tratamiento que son cuatro la reducción funcional, la fijación estable, la preservación de la vascularización y la movilización activa de la vascularización.

1- La reducción funcional trata de alinear los huesos largos y la reducción anatómica de las superficies articulares en las fracturas intraarticulares.

2- La fijación estable; siguiendo los criterios de estabilidad absoluta y estabilidad relativa.

3- Preservación de la vascularización: condición imprescindible para el éxito en la consolidación posterior; debe conservarse la vascularización ya sea la periostal y/o la endostal.

4- Movilización activa precoz: siguiendo los criterios y pautas según las caraterísticas iniciales de la fractura y los objetivos que se consiguen con la reducción quirúrgica, esta movilización será en carga o en descarga.

Reducción funcional

Para lograr una reducción adecuada debe conocerse la anatomía del hueso afectado y también entender el mecanismo y tipo de fractura, según los principios de la AO, una fractura diafisaria de un hueso largo no requiere una reducción anatómica, basta con alinear y mantener el eje y rotación correcta del hueso. No debemos tolerar desaxaciones ni malrotaciones que nos provocarán alteraciones biomecánicas en las extremidades inferiores y/o pérdida de funcionalidad en las superiores, por el contrario las articulaciones deben ser congruentes para su correcto funcionamiento por lo que la reducción debe ser completamente anatómica.

Un ejemplo en el tobillo-pie de huesos largos sugestivos de una reducción funcional en caso de una fractura diafisaria, son los metatarsianos, las falanges de los dedos o las fracturas diafisarias distales de la tibia-peroné que no afecten a las articulaciones contiguas.

osteosintesis

Ejemplo de fractura diafisarias cuyo objetivo debe ser la correcta alineación sin desviaciones rotacionales ni angulares.

Las fracturas articulares, ya sean en las articulaciones tibioperoneoastragalina,  subastragalina o Lisfranc entre otras, precisan de una reducción “lo más anatómica posible”.

osteosintesis

Grave fractura-luxación de Lisfranc. El objetivo fundamental es restituir la congruencia articular.

Capítulo aparte merecen las fracturas digitales del pie que suelen ser de tratamiento conservador por su baja demanda en la biomecánica del pie y de la marcha con la excepción de aquellas que presentan incongruencia entre ambos extremos fractuarios.

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Fijación estable

Los principios de fijación han ido cambiando con el paso del tiempo, inicialmente se intentaba realizar la fijación más estable y rígida posible, sin tener en cuenta las necesidades mecánicas del hueso o de la osteosíntesis, ni tampoco del estado biológico del hueso. Esto acabó provocando un gran número de complicaciones, principalmente fallos de consolidación, como la pseudoartrosis y roturas del material de osteosíntesis.

Los principios de la fijación estable se basan en 2 tipos de estabilidad,  la absoluta y la relativa.

La estabilidad absoluta es aquella que se consigue, normalmente en una fractura de trazo simple, cuando se logra una reducción anatómica de los fragmentos y se realiza una compresión del foco de fractura con un contacto total entre las corticales óseas. En este caso la consolidación es “per primam” o “primaria” y no suele generar callo óseo, ya que es una consolidación directamente de la cortical por las osteonas del hueso cortical adyacente.

Por el contrario, en el caso de la estabilidad relativa, los fragmentos son alineados, manteniendo el foco de fractura estable con la ayuda del material de osteosíntesis, pero sin contacto total de las corticales, sin realizar compresión entre los fragmentos óseos y manteniendo un micro-movimiento del foco de fractura que provoca una consolidación secundaria mediante aparición de colágeno y factores de crecimiento celular y óseo y genera el conocido callo de consolidación de fractura.

osteosintesis

Estabilidad relativa; el objetivo es evitar fuerzas de cizallamiento y rotacionales que provoquen un no consolidación de la fractura. El enclavado actúa como tutor endomedular.

Preservación de la vascularización y movilización activa precoz

Ambos favorecerán la consolidación y el proceso de rehabilitación post-operatorio. Un correcto cuidado de las partes blandas y la vascularización favorece la consolidación y ayuda a prevenir la infección local. La rehabilitación precoz estimula la regeneración ósea y evita las complicaciones de la inmovilización (rigidez articular, trombosis venosa profunda, etc).