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Las fracturas de la meseta tibial son menos comunes y pueden ser causadas por una carga en varo o valgo. En jóvenes suelen estar relacionadas con traumatismos de alta energía, como caídas, lesiones deportivas severas o accidentes de automóvil. En ancianos, especialmente aquellos con osteoporosis, pueden ser causadas por traumatismos leves y su incidencia aumenta con la edad.
Afecta a los platillos externo y medial de la tibia, siendo el platillo externo el más afectado.
Para evaluar las fracturas, las imágenes médicas ofrecen diferentes opciones, como radiografías de estrés, TAC bidimensional o tridimensional y RM. Si existe sospecha de compromiso vascular, se debe realizar una arteriografía.
Clasificación de fracturas con Radiografía
Con la primera radiografía podremos clasificar las fracturas, existen diferentes clasificaciones siendo la clasificación de Schatzker la más común.
Clasificación de Schatzker
Como bien indicábamos, la clasificación de Schatzker es la mas común, los primeros tres tipos afectan a la parte externa y el cuarto tipo afecta la parte medial.
Tipo I: por separación del platillo lateral.
Tipo II: por separación y hundimiento del platillo lateral.
Tipo III: por hundimiento del platillo lateral.
Tipo IV: del platillo medial.
Tipo V: bicondílea.
Tipo VI: de la meseta con separación de la metáfisis respecto a la diáfisis.
Las de tipo I suelen producirse en pacientes jóvenes asociadas a lesiones del ligamento colateral medial siendo de baja energía, como todas las comprendidas entre los tipos I al III. Las del tipo III son bastante raras y con una incidencia en ancianos o con osteopenia.
Las de alta energía son las comprendidas entre los tipos IV y V, el quinto tipo afecta a las bitubilositarias y en el sexto tipo hay una disociación.
Clasificación de la AO
La clasificación de la AO, no siendo tan común es un poco más compleja. En 1958, el traumatólogo suizo Maurice E. Müller y colaboradores, fundaron la AO, cuyas siglas significan Arbeitsgemeinshaft für Osteosynsthesefragen, Asociación de Grupo de Trabajo para el Estudio de la Fijación Interna de las Fracturas. En 1987, publicaron su clasificación alfanumérica aportando más detalle del compromiso óseo.
Con el TAC, se nos presentan nuevas clasificaciones, el 3D nos ayuda a entender el tipo de fractura y a realizar una planificación adecuada del abordaje.
Clasificación de Luo
Es de gran importancia según nuestro autor, ya que nos indica que hay varias columnas que pueden estar afectadas, describe el concepto tricolumnar de los platillos tibiales lateral, medial y posterior. En alguna revisión se ha encontrado que la biomecánica de la columna posterolateral es diferente a la de la posterior.
Y para finalizar podremos también clasificar las fracturas de la meseta tibial según la clasificación de Moore.
Clasificación de Moore
Tipo 1: por separación del platillo tibial medial en el plano coronal.
Tipo 2: fractura completa del cóndilo, (el trazo de fractura comienza en el compartimento opuesto que se extiende a través de la eminencia tibial).
Tipo 3: fractura marginal por avulsión.
Tipo 4: fractura marginal, hundimiento del reborde (generalmente asociada con algunos tipos de lesiones ligamentosas contralaterales).
Tipo 5: fractura en cuatro partes (la eminencia tibial está separada de los cóndilos y de la diáfisis tibiales).
Es importante un conocimiento de la anatomía para lidiar con estas lesiones para: no poner en riesgo las estructuras que nos encontramos antes de llegar al hueso (arterias, nervios…), si nos preparamos de la manera adecuada, no es tan difícil como podría parecer.
Conoce al autor Dr. Oscar Ares
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