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Descubre la clasificación de las fracturas vertebrales tóraco-lumbares


Aware's Editorial Team

Las fracturas toraco-lumbares, son fracturas tremendamente frecuentes en nuestro medio. Es importante saber identificarlas y tratarlas, de lo contrario pueden haber muchas secuelas. Es por eso que, tanto por su frecuencia como por su potencial gravedad, que cualquier especialista debe tener las nociones mínimas de como identificarlas y tratarlas.

La anatomía es básica en cualquier tipo de fractura, y el raquis no es una excepción.

En este caso, cada nivel (vértebra-disco-vértebra) de la columna vertebral tiene características concretas. Conocer la anatomía, lo que es normal o anormal, es clave para el abordaje de estas fracturas.

La gran mayoría de fracturas tóraco-lumbares suelen ser por caídas banales en personas osetoporóticas que no tienen un gran potencial de lesión neurológica. Sin embargo, son esos pacientes jóvenes que sufren accidentes de alta energía, como accidentes de tráfico o caídas de gran altura, los que presentan, en el momento de la llegada a urgencias, algún déficit neurológico a la exploración.

Hay que ser muy cuidadoso con la exploración neurológica desde un inicio.

Clasificación según Denis.

Dennis, postulaba que había 3 modelos de columna

  • COLUMNA ANTERIOR.

Parte anterior del cuerpo vertebral, fuertemente unidos unos a otros por la banda longitudinal de ligamento vertebral común anterior y por la parte anterior del anillo fibroso del disco intervertebral, fuertemente adherido a las caras superior e inferior de las vértebras adyacentes, así como al cuerpo del ligamento vertebral común anterior.

  • COLUMNA MEDIA.

Formada por la parte posterior del cuerpo vertebral, unido y sólidamente fijado al ligamento vertebral longitudinal común posterior y al anillo fibroso posterior.

  • COLUMNA POSTERIOR.

Formada por el arco óseo posterior: pedículos, láminas, apófisis transversas articulares y espinosas y, además, el complejo ligamentario posterior; ligamento interespinoso, amarillo, cápsulas y ligamentos articulares.

 

Cuando una fractura afecta a un nivel en 2 columnas o más, podemos plantearnos una cirugía.

No obstante, exiten más clasificaciones a considerar.

Clasificación de las fracturas toraco-lumbares

“Las fracturas toraco-lumbares, son fracturas tremendamente frecuentes en nuestro medio. Es importante saber identificarlas y tratarlas, de lo contrario pueden haber muchas secuelas. Es por eso que, tanto por su frecuencia como por su potencial gravedad, que cualquier especialista debe tener las nociones mínimas de como identificarlas y tratarlas.”

Clasificación propuesta por la AOSpine.

Hace unos años, la AO presento un estudio donde dividían las fracturas en letras y números. Las letras corresponden al mecanismo de la lesión, el número corresponde a la severidad.

En el caso de las letras son tres, A,B y C correspondiéndose a  fracturas por mecanismo de compresión axial, fracturas por distracción y fracturas por traslación.

Una vez añadimos los números la clasificación se desarrollaria de esta manera.

A = fracturas por mecanismo de compresión axial.

  • A0, fracturas de elementos que no comprometen la estabilidad de la vértebra
  • A1, platillos
  • A2, fracturas tipo split
  • A3, Estallido parcial
  • A4, Estallido completo.

B = fracturas por distracción.

  • B1, fractura por flexión. Afectados elementos óseos.
  • B2, fractura por flexión. Se afectan componentes no óseos
  • B3, fractura por extensión.

C = fracturas por traslación; (gran inestabilidad y probabilidad de asociar clínica neurológica).

Me pueden servir estas calsificacions a la hora de proponerle un tratamiento a un paciente? Nos va a guiar a la hora de decidir si opararla o no?

El TLICS

El mismo grupo propuso utilizando está clasificación el TLICS, una orientación, basandose en tres elementos, para saber si esas fracturas hay que tratarlas quirúrgicamente o no.

Los tres elementos son morfologíade la fractura (tipo de fractura), el daño neurológico asociado, cuanto más severo, más puntuaba esta fractura y la lesión del complejo ligamentoso posterior, cuanto más dañado, más puntuaba esta fractura.

En un principio era interesante para ayudarnos en las fracturas que no sabíamos si hay que tratar quirúrgicamente o no. No obstante, existe una gran limitación en esta propuesta, ya que en las fracturas en estallido sin lesión neurológica y con CLP (complejo ligamentoso posterior), obteníamos 4 puntos y el score no nos indicaba hacia tratamiento conservador o quirúrgico.

Como resultado, para las fracturas más dudosas, nos complicaba la decisión.

Conoce al autor Dr. Ignacio Moya Molina

El Dr. Ignacio Moya es especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología, dedicado a la cirugía del raquis.

Actualmente, desempeña su labor profesional como miembro de la unidad de columna en el Hospital CSI – Moisés Broggi y en el Hospital QuirónSalud – Instituto Clavel. Barcelona.