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Introducción y recuerdo anatómico
La articulación de Chopart une el tarso anterior con el posterior mostrando desde una visión dorsal una configuración en S itálica, constituyendo ambas una unidad de movimiento.
Está formada por dos articulaciones básicas la medial o astrágalo-escafoidea, de tipo condíleo, móvil y elástica, esencial en la pronación y supinación del pie y la lateral o calcáneo-cuboidea, en silla de montar, más rígida y estable.
En cuanto a los elementos de sostén destacaremos entre los ligamentos dorsales el ligamento bifurcado en Y de Chopart que consta de los fascículos calcáneo- cuboideo y calcaneoescafoideo, impidiendo la separación de dichas piezas óseas. Plantarmente la articulación se mantiene por elementos ligamentosos pasivos (ligamento calcaneoescafoideo y calcaneocuboideo plantar) y tendones (activos), que primordialmente son los tendones del Tibial posterior y del peroneo lateral largo. Estos elementos plantares sostienen de forma más efectiva la articulación de manera que en las lesiones los desplazamientos suelen ser dorsales.
En los traumatismos que afectan a la articulación de Chopart podemos encontrar lesiones aisladas de los huesos del tarso y fracturas-Luxaciones de la articulación de Chopart. Por su parte en las lesiones aisladas de los huesos del tarso nos encontraremos frente a fracturas aisladas del escafoides, del cuboides y de las cuñas.
Etiología
Entre las causas de traumatismos de la articulación de Chopart, las más frecuentes son los accidentes de tráfico, al quedar el pie forzado entre los pedales, por lo que en ocasiones se asocian a pacientes politraumáticos. Las caídas desde una altura y los aplastamientos le siguen en frecuencia como mecanismo lesional.
Un porcentaje importante de pacientes con lesiones en esta articulación presentarán además lesiones a nivel de la articulación de Lisfranc o metatarsianos.
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Examen clínico
A la exploración física podemos encontrar laceraciones en el dorso del pie, edema importante, equimosis que invaden la planta, y deformidades fijas en abducción o adducción por acortamientos de la columna medial o lateral comparativamente con el pie contralateral. Sin embargo en ocasiones el cuadro clínico no es tan florido, por lo que hay que mantener un índice de sospecha si no queremos diagnosticar muchos de estos casos tardíamente por síntomas residuales como dolor a la carga y tumefacción en lado interno del pie o deformidades residuales mediotarsianas.
Pruebas complementarias
El examen radiológico básico, que comprenderá las proyecciones dorsoplantar, perfil y oblicuas, debe complementarse en muchos casos mediante un estudio con la TAC, ya que en ocasiones las lesiones presentan una apariencia benigna en los estudios de imagen iniciales.
En las Rx debe considerarse siempre el grado de subluxación o desplazamiento mediotarsiano y el grado de compromiso de las superficies articulares.
Hemos de mostrar atención a las fracturas-avulsión a nivel del escafoides y a las fracturas por compresión calcáneo-cuboideas, pues pueden presuponer la existencia de una lesión mediotarsiana oculta, por lo que si es necesario deberán practicarse RX dinámicas en abducción y aducción, bajo anestesia del pie si es preciso.
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