El STT es una neuropatía extrínseca o intrínseca del pie secundaria a la compresión en el canal del tarso o canal de Richet del nervio tibial posterior (NT) y alguna de sus ramas terminales (nervio plantar medial, nervio plantar lateral, nervio calcáneo medial y nervio de Baxter). Existen un gran número de variantes de la anatomía por lo que el autor aconseja su liberación de proximal a distal para evitar lesionar algunas de sus ramas, los hallazgos de los trabajos del autor coinciden con el trabajo de Del Sol M.
Etiopatogénia
- Biomecánicas
Es frecuente en el pie plano-valgo y muy frecuente en el hallux limitus funcional (flexor hallucis longus) y en el hallux rígidus, en este grupo podemos incluir muchos de los casos descritos como idiopáticos. En los niños explica el dolor de las piernas por estiramiento del NT en las fases rápidas de crecimiento.
- Traumáticas
Esguinces e inestabilidades graves de tobillo, fracturas de tobillo y del tarso, microtraumatismos en deportistas, heridas con cicatrices retráctiles, roturas e insuficiencias del tendón del tibial posterior, imágenes de una mordedura de perro y de la herida a ese nivel.
- Reumáticas
Sinovitis secundaria a artritis reumatoidea o espondiloartritis seronegativas, psoriasis, gota síndrome de Reiter sinovitis vellonodular pigmentaria de tobillo.
- Degenerativas
Secundaria a las artrosis de tobillo o del tarso, enfermedad de Muller-Weiss y asociado a hallux rígidus (muy frecuente).
- Tróficas
Pie diabético, polineuropatías alcohólicas, algiodistrofias, hipotiroidismo, amiloidosis, leucodistrofia, lepra.
- Iatrogénicas
Secundario al tratamiento quirúrgico de varices, inyecciones de silicona con fines estéticos, intervenciones del tarso medial y fracturas de tobillo.
- Vascular
Síndromes varicosos y neurismas de la arteria tibial.
- Tumoral
Neurofibromas.
Quistes sinoviales.
Lipomas.
Gangliones intraneurales, osteocondromas, tumores de celulas gigantes, osteosarcomas periosticos, condromatosis y meloreostosis.
Hemangiomas.
Shwannomas.
- Alteraciones anatómicas
Músculos flexores o abductores supernumerarios del primer dedo y músculo soleo accesorio.
Sintomatología
Son similares a los del canal carpiano en la extremidad superior y fundamentales para el diagnóstico; puedes ser síntomas objetivos y subjetivos.
Signos Subjetivos
- Dolor
Habitualmente el paciente acude a la consulta por presentar dolor urente en el pie; ha realizado tratamientos repetidos con AINES y ortesis y múltiples estudios radiográficos y de laboratorio y en la mayoría de los casos no se ha encontrado causa desencadenante.
El dolor es el síntoma principal y su intensidad, ritmo, localización e irradiación variarán en función de las distintas formas clínicas.
- Parestesias
Es frecuentes la sensación de torpeza al andar, hormigueo, pinchazos o “de quemadura”, de igual manera que con el síntoma dolor, las características de las parestesias cambian de acuerdo a las formas clínicas.
Signos objetivos
- Neurológicos
Los signos objetivos neurológicos podemos dividirlos en sensitivos y motores.
Sensitivos
Las hipoestesias se reparten desigualmente, pueden rodear las zonas dolorosas y a veces surgen trastornos de la sensibilidad profunda (vibraciones).
Motores
Son menos habituales y destacan entre ellos la paresia del abductor (signo de acabalgamiento del primer dedo debajo del segundo), el flexor corto del dedo gordo y el abductor del 5º dedo. Es importante descartar radiculopatías asociadas de S1, “Síndrome del double crush”.
Tróficos
Son también inconstantes. Suele haber hiper o hiposudoración plantar, adelgazamiento cutáneo, desaparición de los pliegues y cianosis o eritrosis de los dedos y de la región maleolar interna.
Locales
A la inspección podemos hallar edema submaleolar y retromaleolar, empastamieto difuso polimorfo, blando y depresible o indurado, lineal y escleroso.
Palpación
En la palpación podemos encontrar dolor a la presión mantenida del NTP (fenómeno de Valleix) y/o dolor a la percusión sobre el trayecto del NTP (signo de Tinel +)
Para descartar etiología vascular podemos emplear test de Mandel; consiste en la reproducción de la sintomatología durante el inflando de un manguito de tensión en la extremidad (30-60mm, 5 minutos); la oclusión venosa desencadena los síntomas, igualmente el test de flexión dorsal más eversión de Kinoshita.
Test de Windlass.
Formas clínicas
Bajo el criterio del autor son más concluyentes para el diagnóstico las formas clínicas que clasificar la compresión en proximal y distal.
- Biomecánica (por elongación).
Predomina el dolor de intensidad moderada, ritmo mecánico e irradiación distal. A veces parestesias nocturnas y torpeza al inicio de la marcha después de reposo (por la mañana y después de sedestación prolongada) y reaparece con las sobrecargas (10).
- Postraumática
Dolor urente de ritmo mecánico que desaparece con el reposo, en algunas ocasiones aparecen signos motores. Las alteraciones tróficas son evidentes y encontramos patología desencadenante o causante en el estudio radiológico (secundaria al traumatismo y a veces signos de síndrome doloroso regional complejo).
- Neuritis de pronación
Producida por microtraumatismos repetidos que aparece en los deportistas con pies pronados. La hipertrofia del abductor del 1º dedo del pie comprime el NT produciendo dolor urente y parestesias en el talón y la planta (nervio de Baxter) y desaparece con el reposo.
- Trófica
Predominan los signos trópicos y forman parte de este grupo las neuropatías diabéticas, elefantiasis, neuritis lipomatosas y formas vasculares.
- Tumoral
Presenta la triada clínica (neurológica, trófica y local) de intensidad distinta en función del volumen de la tumoración.
- Topográfica
La clínica se localiza en el territorio del nervio afectado (nervios plantar medial, lateral y calcáneo medial) o en el nervio del abductor del quinto dedo (nervio de Baxter), provoca dolor en el talón que puede confundirnos con una fascitis plantar o una bursitis calcánea.
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Examenes complementarios
- Radiología
Pueden observarse lesiones óseas postraumáticas, congénitas (sinostosis), exostosis, pies planos o disminución de masa ósea (Síndrome doloroso regional complejo).
- Electroneuromiografía (EMG) – Velocidad de conducción sensitiva (VCS)
Es importante el estudio EMG comparado de los dos pies. En la mayoría de las ocasiones sólo encontramos una disminución de la VCS, el autor coincide con otros autores en que la normalidad de la EMG no excluye el diagnóstico. Es crucial realizar potenciales evocados para descartar patologías asociadas (double-crush) y para el diagnóstico diferencial, el autor en su serie sólo encuentra alteraciones EMG en el 40% de los casos.
- Resonancia Nuclear Magnética
Indicada en los casos en que se sospechen quistes sinoviales, neurinomas, tenosinovitis, hemangiomas, etc. De modo sistemático su contribución al diagnóstico es pobre, al contrario, es útil en los fracasos del tratamiento quirúrgico, poniendo en evidencia la insuficiente liberación.
- Estudios podométricos
Hemos realizado podometrías electrónicas estáticas y dinámicas, antes y después del bloqueo del NTP con 3 ml de Mepivacaína al 2%, encontrando variaciones que nos han ayudado al diagnóstico (10). Son también importantes para la valoración de resultados después del tratamiento quirúrgico.
Los estudios de laboratorio (enfermedades reumáticas, etc.), el TAC (sinostosis, etc.) y últimamente la ultrasonografía pueden contribuir al diagnóstico.
Diagnostico diferencial
El diagnóstico diferencial se establece con las neuritis periféricas, neuroma de Morton, tenosinovitis, artritis, radiculopatías (hernias discales, etc.), vasculopatías periféricas, fascitis plantar tendinitis aquilea y del tibial posterior, espolones calcáneos y osteoma osteoide.
Tratamiento
Conservador
En el tratamiento conservador las opciones a tener presentes son los antineuríticos, AINES entre otros. Medidas Ortopédicas; elevar el tacón del calzado y taloneras de elevación y descarga y/o fisioterapia (estiramientos gemelar). También podemos indicar infiltraciones locales con O2-O3; realizamos un máximo de tres infiltraciones con un intérvalo de quince días, previamente anestesiamos el nervio con mepivacaína al 2% sin adrenalina 5cc. Infiltramos 10 cc de O2O3 a una concentración de 30 microgramos por cc.
Encontramos desaparición de la clínica en mas del 80% de los casos que tratamos.
Nunca infiltramos corticoides pues en algunos casos intervenidos posteriormente encontramos los cristales sin absorber en el perineuro y una atrofia cutánea-grasa que comprometía la cicatrización.
Quirúrgico
La neurolisis del nervio tibial posterior en el canal de Richet.
Liberamos cuidadosamente el ligamento arciforme o retináculo de los flexores de proximal a distal, siempre por detrás del paquete vascular (si vamos por delante este nos impide liberar las ramas plantares y calcanea). Asociamos sistemáticamente una revisión del tendón flexor largo del primer dedo, pueden existir a este nivel gangliones o tenosinovitis.
En caso de vientre muscular bajo realizamos una sinovectomía que facilitará la dorxiflexión del primer dedo en carga y mejorará el hallux limitus funcional. Inmediatamente después de la cirugía podemos comprobar que el strech test se ha negativizado y al mes de la intervención observamos la desaparición del pinch callus.