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Tratamiento no quirúrgico de la Lumbalgia


Aware's Editorial Team

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En el tratamiento de la lumbalgia tenemos medidas no farmacológicas y tratamiento farmacológico. Se ha demostrado que mantener cierto nivel de actividad diaria, dentro los limites que permita el dolor acelera la recuperación. También reduce el tiempo de incapacidad, disminuye el dolor, evita la debilidad muscular y permite rebajar el número de recurrencias sobre esta patología.

La actividad se ha de ir aumento a lo largo de los días hasta conseguir el retorno a la actividad normal del paciente.

 

Reposo en la cama

El reposo en cama no se ha demostrado efectivo para el tratamiento de la lumbalgia aguda, aparte de entorpecer en la recuperación del paciente.

Solo se debe considerar en los 2 – 3 primeros días en caso de lumbalgia hiperálgica que no permita cualquier otra posición que no sea la de estar en cama. Hemos de considerar que el reposo en cama más de 3 días se empieza a observar debilidad muscular y ello compromete la posterior rehabilitación.

En caso de lumbalgias crónicas, no hay estudios actualmente que hagan referencia a los efectos beneficiosos del reposo en cama.

 

La actividad física está contraindicada la primera semana de un episodio de lumbalgia aguda.

Tampoco hay evidencia científica de la mayor utilidad de los ejercicios específicos de espalda respecto a la actividad física normal.

Es recomendable una vez pasada la primera semana de lumbalgia, iniciar ejercicio aeróbico suave como sería andar, bicicleta o natación.

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Posteriormente a la segunda semana, realizar ejercicio para reforzar la musculatura erectora de la espalda de forma gradual y mejorar la resistencia en la actividad física. El ejercicio aeróbico mejora la tolerancia al dolor, previene la debilidad muscular y se relaciona con un retorno a la actividad previa mas precoz.

Tanto y más recomendable que la actividad física para los pacientes afectos de lumbalgia, es la realización de estiramientos musculares tanto a nivel de la espalda como de las extremidades inferiores.

Es necesario realizar una formación al paciente sobre que es la lumbalgia y como tener cura de su espalda.

Esta información sobre el dolor lumbar se debe dar mediante mensajes positivos y debe incluir material escrito con consejos sobre conductas seguras para levantar pesos doblando las rodillas, no realizar torsiones ni inclinaciones perjudiciales, como se debe sentar, tipo de calzado adecuado, postura correcta cuando se está de pie, como realizar las diferentes actividades de la vida diaria.

Con esta terapia, el paciente mejora la percepción y conducta relativa a la lumbalgia aunque esta persista.

 

En las diferentes revisiones, no se ha demostrado efecto a corto o largo plazo sobre la lumbalgia aguda.

En el dolor lumbar crónico, hay una evidencia moderada de que la escuela de columna es más efectiva que otros tratamientos no farmacológicos, debido que los programas de ejercicios y trabajo de la condición física pueden mejorar el dolor y la capacidad funcional del paciente.

 

 

Estos programas se basan en la educación del paciente para participar de forma activa en su propia cura, dándole información sobre anatomía, función y estructura de la espalda, actividades de prevención y higiene postural con instrucciones orales y escritas.

 

 

Durante muchos años algunas terapias como el uso de frío y calor han sido recomendadas con el fin de modular el dolor. Revisando la literatura, no hay ninguna evidencia que tengan un efecto beneficioso en el tratamiento.

Otras terapias más actuales como son el TENS, el láser y los ultrasonidos, hay evidencia de que no tienen ningún efecto relevante clínicamente. Aunque, hay estudios que muestran un alto índice de satisfacción del paciente y, en estudios recientes, se muestran efectivos en el tratamiento de la lumbalgia crónica.

Actualmente, con la evidencia existente en la literatura no podemos recomendar ninguna de estas opciones de tratamiento como tratamiento efectivo del dolor lumbar agudo o crónico.

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Introducción al dolor lumbar

Enfoque, tipos y tratamiento

(Pulsa la foto para acceder)

‘‘El dolor lumbar bajo es un motivo de consulta muy frecuente, es importante saber tratar a estos pacientes y saber orientar la causa de su dolor hacia el tratamiento correcto, ya que tiene múltiples etiologías, y su elevada frecuencia y tendencia a la cronicidad le confieren una enorme repercusión social y económica.’’

Tratamiento farmacológico

Según el punto de vista de la eficacia, diferentes estudios han confirmado que Paracetamol, AINEs y Opiáceos mayores de forma regular por vía oral, proporcionan una correcta analgesia en la lumbalgia aguda no complicada con el objetivo de mejorar el dolor.

Referente a estos estudios, no se ha demostrado evidencia de diferencias significativas en eficacia clínica entre el Paracetamol y los AINEs. Tampoco hay estudios que demuestren eficacia clínica mayor de los Opiáceos respecto a Paracetamol y AINEs.Independientemente en los diferentes estudios se ha observado un factor individual por paciente de respuesta a un cierto fármaco, por lo que un principio activo determinado puede presentar un grado de eficacia variable en función delpaciente tratado.

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Al valorar el tratamiento en términos de seguridad, el paracetamol es considerado como el más seguro de los fármacos eficaces para la lumbalgia aguda cuando es utilizado en dosis adecuadas, por lo que es considerado el fármaco de primera elección.Cuando no es suficiente para controlar el dolor, un AINE es la alternativa a considerarcon el inconveniente de la toxicidad gastrointestinal y, en menor medida, la renal y las alergias.Dentro de los AINEs, aquellos que presentan menos complicaciones son: Ibuprofeno, Diclofenaco y Naproxeno.

Referente a los Opiáceos, la aparición de reacciones adversas es el problema principal, ya que su uso se asocia a un riesgo de dependencia física y psíquica. Por lo que se ha de limitar su uso y sobretodo no usarlos de forma continuada más de una o dos semanas, ya que apartir de esta duración no demuestran más eficacia y se asocian a un mayor número de efectos adversos.

Los relajantes musculares son más efectivos que el placebo en la reducción del dolor y de la contractura muscular en pacientes con lumbalgia aguda. A pesar de eso, no hay estudios clínicos que identifiquen los pacientes que se beneficiarán de ellos, ni se dispone de datos suficientes para poder escoger un principio activo que sea de primera elección.

En contra, hemos de mencionar los efectos secundarios de somnolencia y mareos que pueden aparecer en más de la mitad de pacientes.

No hay evidencia sobre la eficacia de los antidepresivos en el tratamiento de la lumbalgia aguda. Por contra si que pueden causar reacciones adversas como: sequedad de boca, somnolencia, estreñimiento, hipotensión…

 

No hay medicación que haya demostrado una mejoría del dolor lumbar crónico, incluidos los antidepresivos.

También se ha demostrado que los beneficios terapéuticos de los fármacos, no se mantienen más de un mes. El tratamiento farmacológico mantenido largo tiempo incrementa las reacciones adversas.

Como en el dolor lumbar crónico, no hay estudios que demuestren que algún fármaco ofrezca beneficios claros sobre el dolor radicular.

No hay evidencias de que los fármacos inyectables tengan eficacia en el tratamiento de la lumbalgia aguda o crónica. Si que presentan cierta eficacia en el tratamiento de la radiculalgia, aunque no hay estudios suficientes para llegar a conclusiones definitivas.

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Indicación derivación a especialista en columna lumbar.

Nosotros mismos o nuestro colega de atención primaria debe derivar un paciente con lumbagia al especialista siempre que se presente algunas de las siguientes condiciones:

 

  • Dolor lumbar y/o radicular con presencia de una o más señales de alarma.
  • Dolor radicular de más de 6 semanas de evolución que no mejora con tratamiento correcto.
  • Dolor lumbar de más de 6 semanas de evolución que no mejora con tratamiento correcto y que se asocia a alteración especifica de la columna lumbar en las pruebas de imagen ( espondilolistesis, escoliosis, pinzamiento discal severo,…).
  • Dolor lumbar crónico de más de 3 meses de evolución que no mejora con tratamiento no farmacológico y farmacológico correcto.
  • Dolor lumbar +/- radiculalgia acompañado de déficit neurológico progresivo.

 

El Tratamiento Quirúrgico es una opción que desarrollaremos en otra entrada.

Conoce al autor Dr. Ignacio Moya Molinas

 

Médico especialista en cirugía ortopédica y traumatología.

Actualmente trabaja en el Hospital CSI – Moisés Broggi y en el Hospital QuirónSalud – Instituto Clavel. Barcelona.

Se dedica al tratamiento y cirugía de la patología de la columna.

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